sábado, 8 de diciembre de 2012

El retrato de Dorian Gray


Gracias a un artículo de Pilar Alberdi sobre Oscar Wilde, me di cuenta de lo perdida que estaba al no haber leído ningún libro suyo, a pesar de lo archi conocido que es este autor. Así que decidí ponerme manos a la obra con esta historia. 

¿Qué me encuentro?, pues obra maestra es poco. La esencia del ser humano, sus circunstancias, el entorno que nos rodea, queda perfectamente plasmado en sus páginas.

A lo que me lleva a pensar ¿quién es realmente Dorian?, de no haber conocido a este Lord Henry, ¿habría sucedido todo tal como pasó? 

Parece fácil pensar que el joven Dorian era algo hedonista, sufriendo finalmente el destino que el mismo se forjó. Pero para mí el tema no está tan claro. Un niño que se cría prácticamente solo, sin el amparo de una madre que falleció siendo él muy pequeño y un abuelo que muestra una considerable repudia y le mantiene apartado de su vida, evidentemente no son unas buenas bases para crear un joven con confianza e ideas claras.

Mientras leía su historia me parecía que Dorian, por una vez en su vida, se sentía querido, apreciado y tenido en cuenta. Sea por su belleza, quizá, pero ese era su momento. ¿Quién entonces no desearía que fuese eterno?, por fin había personas pendientes de él, por fin encontraba un hueco en la vida y posiblemente le horrorizase perderlo y volver a ese viejo y solitario cuarto (aunque solo sea metafóricamente hablando), donde no era nadie, ni nadie le hacía el menor caso.   

Entender esa parte de su vida aclara su personalidad futura. El artista que le retrata, Basil, es capaz de transmitir esa pureza y alegría del momento y así lo entiende Dorian. Pero la influencia de lord Henry, por otro lado un manipulador sin escrúpulos, hará que el joven perciba el futuro de manera diferente, despojado de su posición actual, y relegado otra vez a ser un "don nadie". Quizá ese fue su mayor miedo y, por tanto, lo que le impulsó a querer ser eternamente joven. Pero ¿realmente es suya toda la culpa?, ¿se volvió un ser tan despreciable porque así era realmente su alma?, ¿todo lo bello tiene un fondo macabro?...

En mi opinión, no. Todo lo bello está más expuesto, eso sí es verdad, y la envidia de otros puede ser la causa principal de su exterminio. La inocencia es preciosa, magnífica, pero sus armas son limitadas y pronto nos damos cuenta de que, fuera de la infancia, tiene los días contados. La vida así nos lo demuestra. Aunque, con los años, sigamos añorando esa etapa en la que éramos tan cándidos.

¿Qué pretendía lord Henry?, ¿probar sus teorías con el joven?, ¿usar el poder creciente que iba teniendo sobre su persona, y que él sabía perfectamente manejar a su antojo? o realmente no era consciente de los efectos que provocaba en esa frágil personalidad.

Sea lo que fuera que quería transmitir su autor, lo que me queda claro es que todos somos responsables del destino de los demás. Porque nuestras palabras, aunque no lo creamos, tienen efecto en el resto de las personas que nos rodean. Para mí lord Henry era tan culpable, o más, de la transformación de Dorian. Manejó su alma como quiso, jugó con el miedo del joven y manipuló toda su existencia cual rata de laboratorio. Eso es lo que realmente representó para él, un experimento que le diese la razón a esas peculiares teorías que tenía sobre la vida.

Y queda solo pensar, en otras circunstancias, con otra infancia, con otra vida, ¿Dorian hubiera reaccionado igual?...