sábado, 8 de diciembre de 2012

El retrato de Dorian Gray


Gracias a un artículo de Pilar Alberdi sobre Oscar Wilde, me di cuenta de lo perdida que estaba al no haber leído ningún libro suyo, a pesar de lo archi conocido que es este autor. Así que decidí ponerme manos a la obra con esta historia. 

¿Qué me encuentro?, pues obra maestra es poco. La esencia del ser humano, sus circunstancias, el entorno que nos rodea, queda perfectamente plasmado en sus páginas.

A lo que me lleva a pensar ¿quién es realmente Dorian?, de no haber conocido a este Lord Henry, ¿habría sucedido todo tal como pasó? 

Parece fácil pensar que el joven Dorian era algo hedonista, sufriendo finalmente el destino que el mismo se forjó. Pero para mí el tema no está tan claro. Un niño que se cría prácticamente solo, sin el amparo de una madre que falleció siendo él muy pequeño y un abuelo que muestra una considerable repudia y le mantiene apartado de su vida, evidentemente no son unas buenas bases para crear un joven con confianza e ideas claras.

Mientras leía su historia me parecía que Dorian, por una vez en su vida, se sentía querido, apreciado y tenido en cuenta. Sea por su belleza, quizá, pero ese era su momento. ¿Quién entonces no desearía que fuese eterno?, por fin había personas pendientes de él, por fin encontraba un hueco en la vida y posiblemente le horrorizase perderlo y volver a ese viejo y solitario cuarto (aunque solo sea metafóricamente hablando), donde no era nadie, ni nadie le hacía el menor caso.   

Entender esa parte de su vida aclara su personalidad futura. El artista que le retrata, Basil, es capaz de transmitir esa pureza y alegría del momento y así lo entiende Dorian. Pero la influencia de lord Henry, por otro lado un manipulador sin escrúpulos, hará que el joven perciba el futuro de manera diferente, despojado de su posición actual, y relegado otra vez a ser un "don nadie". Quizá ese fue su mayor miedo y, por tanto, lo que le impulsó a querer ser eternamente joven. Pero ¿realmente es suya toda la culpa?, ¿se volvió un ser tan despreciable porque así era realmente su alma?, ¿todo lo bello tiene un fondo macabro?...

En mi opinión, no. Todo lo bello está más expuesto, eso sí es verdad, y la envidia de otros puede ser la causa principal de su exterminio. La inocencia es preciosa, magnífica, pero sus armas son limitadas y pronto nos damos cuenta de que, fuera de la infancia, tiene los días contados. La vida así nos lo demuestra. Aunque, con los años, sigamos añorando esa etapa en la que éramos tan cándidos.

¿Qué pretendía lord Henry?, ¿probar sus teorías con el joven?, ¿usar el poder creciente que iba teniendo sobre su persona, y que él sabía perfectamente manejar a su antojo? o realmente no era consciente de los efectos que provocaba en esa frágil personalidad.

Sea lo que fuera que quería transmitir su autor, lo que me queda claro es que todos somos responsables del destino de los demás. Porque nuestras palabras, aunque no lo creamos, tienen efecto en el resto de las personas que nos rodean. Para mí lord Henry era tan culpable, o más, de la transformación de Dorian. Manejó su alma como quiso, jugó con el miedo del joven y manipuló toda su existencia cual rata de laboratorio. Eso es lo que realmente representó para él, un experimento que le diese la razón a esas peculiares teorías que tenía sobre la vida.

Y queda solo pensar, en otras circunstancias, con otra infancia, con otra vida, ¿Dorian hubiera reaccionado igual?...

 

lunes, 19 de noviembre de 2012

El Expediente Glasser



A pesar de que este libro, El Expediente Glasser, no es especialmente largo, lo he leído muy lentamente, para disfrutarlo, para analizarlo y, sobre todo, para pensar. Violeta Balián, su autora, ha creado toda una historia que no puede englobarse en un género concreto, y eso me encanta.

Su protagonista, Clara, una enfermera de origen alemán, está pasando por un momento delicado de su vida. Problemas económicos, un matrimonio algo hastiado y una vida sin demasiados horizontes, son su día a día. Pero todo cambia de la noche a la mañana, conoce a unos hermanos un tanto peculiares que le hablarán de la vida, de su mundo,... de otros mundos en general.

Aunque a priori se presente como una novela de ficción, para mí lleva impresa más verdad que muchas otras obras. Porque no se aleja en nada de lo que creo que puede pasar cuando hablamos de "altas esferas". Puede que yo tenga una imaginación desbordante, no lo negaré, pero no me resulta nada extraño todo lo que he leído en esta obra.

Podría decirse que durante unos días he sentido que su lectura no me era ajena, que podía incluso ser creíble y con esas miras lo he disfrutado. Porque tengo que admitir que tras toda la información que los hermanos volcaban a Clara, mi sensación ha sido la de pensar "¿por qué no?, tiene mucho sentido".

Pero no solo la parte de ficción está bien rematada, también la situación histórica y la presentación de los personajes encaja sobradamente en esta obra. Quizá es precisamente este punto el que le da solidez y "realidad".

Pese a no ser amante del género de ficción, tengo que admitir que he disfrutado mucho leyendo este "Expediente", porque no es la típica historia de marcianitos verdes y carente de sentido. Al contrario, un análisis tan minucioso de nuestras creencias, impuestas desde hace tantísimos siglos con intereses muy determinados, mostrándonos otra visión que no es descabellada, al contrario, que se presenta como muy real, me ha dejado ese regusto de misterio que tanto me apasiona en las grandes obras.

No, no es un libro religioso, pese a tocar este tema. Tampoco lo considero de ciencia ficción, puesto que su historia, vuelvo a repetir, no es en nada descabellada. Es un libro para meditar, para analizar y para cuestionar, algo súmamente importante en estos días. 

Aunque me gustaría desgranar más esta obra, siento que debo de parar aquí, puesto que demasiados datos no beneficia a nadie, menos al futuro lector que aún no conoce de que trata todo este intrincado llamado "El Expediente Glasser".   

domingo, 28 de octubre de 2012

En un rincón del alma


Con todas las obras, que tienen cierta intensidad y carga emotiva, necesito tiempo para recuperarme de ellas. Me encantaría escribir sus reseñas al tiempo que voy leyéndolas, comentándolas en directo, pero perdería mucha de su esencia final, y los giros inesperados no me llegarían tanto. Tampoco disfrutaría la trama, aunque admito que muchas veces he ido comentando mis avances con alguna amiga y analizando a los personajes mientras avanzaba entre sus páginas.

En esta ocasión "En un rincón del alma", de Antonia Corrales, me ha resultado un poco chocante, porque no me ha dejado con la moral por los suelos (como alguna otra, algunas incluso he dejado sin terminar por la angustia que me suponía), podría decirse que la he terminado de manera tranquila y disfrutando de todos sus pasajes. Desde las primeras frases, que te atrapan sin compasión, el argumento te impacta, te envuelve y te suplica saber todo lo que ha pasado, y pasará, en la vida de Jimena, la protagonista de esta historia que no solo la representa a ella, sino  a muchas mujeres.

Novela intimista, con un relato sorprendente pero real, cercano, que no nos es en nada indiferente, y que, seguramente, más de muchas reconocen como suyo propio. Salvando las distancias, la esencia que envuelve su vida es básicamente la misma de muchas familias, ese es el secreto de este magnífico libro.

Si a eso le añadimos la manera de relatarlo, de formar esas frases emotivas que te llegan, que no solo son estéticamente preciosas, sino que están plagadas de fuerza y un valor inconmensurable, por tanto el resultado solo puede ser éste. Una gran obra, repleta de vida, de sentimientos, donde te sorprendes con una verdad irónica, con personajes casi perfectos que se descubren finalmente humanos.
 
Hay momentos tremendamente emotivos, sentimentales, pero sin caer en la cursilería ni en la lágrima fácil. Ese creo que es el punto perfecto, lo que puede diferenciar este libro de tantos otros, ese equilibrio constante entre la realidad y ficción. Un caminar en la cuerda floja, sin errores ni pasos en falsos, con un final...
 
La carta de Jimena a su madre, comienzo de esta historia, nos muestra el alma desnuda de una mujer que ha vivido sin vivir y que no ha sido dueña de su destino. Seguro es el reflejo de tantas y tantas otras vidas que también se han ido dejando llevar, de ahí que nos resulte un libro tan cercano, tan nuestro, tan fácil de seguir y de entender. Porque Jimena nos va desvelando su biografía poco a poco, página a página, curando sus heridas mientras lo hace y acercándose así a esa madre que nunca fue la que ella necesitó, pero que aún así es importante en su vida.
 
Esta creación encierra mucho más de lo que cuenta. Y cada cual podrá percibir en ella matices imperceptibles para los demás, todo dependerá del cristal con que se mire.
 
Antonia, mis felicitaciones.


martes, 9 de octubre de 2012

Cuarentañeras



Llevo mucho retraso en esto de reseñar todo lo que leo, pero es lo que tiene el no disponer de más horas al día. Si bien es cierto que también "me leo" menos, la mayor parte del tiempo me dedico a la literatura infantil, porque "le leo" más a él, a mi peque.

No obstante, aunque ni yo misma entiendo muy bien como pasa, logro terminar alguno de esos tantos títulos que me esperan, pacientemente, a que me acuerde de que siguen allí, sin moverse, solo esperando que pueda robar unas horas, o quizá algunos minutos, a mi apretado día. Así que, en este caso, e-book en mano, me llamó la atención la portada de "Cuarentañeras", y ahí que me lancé. Se que tengo algún que otro título anterior en el tiempo, pero como mi memoria se asemeja a la de Dori y he sido incapaz de fechar las adquisiciones, solo me queda elegir al azar y esperar que ningún autor se me enfade por semejante desliz.

Y, entre unas cosas y otras, pues llegué a terminar este título tan sugerente de Regina Roman. Como no tengo nada que ver con su protagonista, el glamour no fluye por cada poro de mi cuerpo, me tomé la lectura como un título más, curioso eso sí, pero sin mayor importancia. Como siempre, debo de admitir, que me moriré siendo la ilusa que soy. 

No solo la historia me tenía más que enganchada, sino que he aprendido (si, leéis bien) a verme desde otra perspectiva, la de que te dan esos recién estrenados cuarenta años. Pero que tenga que ser un libro el que me "ayude" a posicionarme...

En clave de humor, se enfrenta a un montón de situaciones que me hacían reír a cada momento. Acordarme de ciertos amigos que todos tenemos y analizar el porqué seguimos siendo amigos pese a todo. Porque lo que le ocurre a nuestra protagonista no escapa a nadie, bueno nadie que tenga ese adjetivo entre "buenaza" y "tonta". Me apunten los dos por favor.

Si es que no hay nada como no "catalogarse" por edad. Eso lo llevo aprendido desde hace muchísimo tiempo, en parte porque nunca he aparentado la edad que tenía, y por otro lado tener un padre como el mío era sinónimo de no "envejecer" nunca. Pero en esta historia se muestran muy claramente diferentes clases de mujeres que puedes encontrarte por el mundo. Aunque parezca surrealista, es cierto que existen así y aún no me puedo creer que la edad no les haga centrarse, sino más bien todo lo contrario.

Me he dado cuenta, gracias a esta historia, que es cierto que pasadas ciertas "edades", y no pienso que solo sea físicamente, te vas encontrando tú misma, te vas fallando menos a ti y, lo que para mí es más importante, te das más igual lo que piense el resto de la humanidad, que al fin y al cabo no viven por ni para ti. 

Sigo pensando que disto mucho de ser como la protagonista, los comentarios sobre la edad de mis amigos nunca me han afectado, será que sigo siendo la inmadura de siempre y no me percato de que los años pasan para todos, incluso para mí. Pero me encanta pensarme libre, sin pelos en la lengua, sin tapujos y sin remordimientos a la hora de decir lo que me pasa por mi cabeza. A Lola le costó algo más de medio libro, lo cual agradezco, porque las situaciones que se crean y su manera de relatarlas son memorables. 

¿Sonreir?, a cada página, incluso alguna risa contenida, por no despertar a mi bello durmiente claro está. Es la premisa de este libro, sacar la sonrisa constante al lector. Porque todo tiene una clave de humor difícilmente imaginable en una trama como esta.

Analizando profundamente este relato, pienso que es cierto, quizá nuestro entorno nos influye demasiado y, en el caso de la protagonista de este libro así lo demuestra, nos pueden pasar una factura muy cara. Saberse desligar, encontrar tu propio camino y no compararse con nadie (a no ser de manera positiva), hacen que la percepción de tu mundo cambie, por lo que tú también irradias otra energía que los demás captan, así que todo torna a situaciones mucho más positivas para ti.

Claro que todo tiene mil y una lecturas, cada cual lo percibe según su situación y su estado de ánimo. Personalmente, creo que me quedo con la superación de todo, pese a los obstáculos, de su protagonista. De las vivencias que le hacen darse cuenta realmente de cual es su presente y saberlo aprovechar. Y todo pese a sus grandes amigas del alma, ¡que las maten!, JA JA JA JA JA

Gracias Regina por esas horas que me has brindado y por esta historia llena de enseñanza y humor. He descubierto un diamante en bruto.

martes, 2 de octubre de 2012

Gatos Comiendo Natillas - Cortometraje

Permitid que hoy haga un alto en el camino y os muestre  el trabajo que han realizado estos pequeños genios. Mi hijo, junto a unos amigos, han grabado este corto, con mucha ilusión, ganas y trabajo. Se lo han pasado genial y han aprendido mucho sobre como realizar escenas.

No hay nada como dejarles hacer, cederles una cámara y disfrutar del resultado. Espero os guste tanto como a nosotras, vamos la madre de los otros niños y yo.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Un pequeño adelanto de mi obra



Hoy quisiera invitaros a que visitéis una página donde he publicado lo que será el comienzo de mi libro "Nes y el secreto de los kidogandis". 

Es una novela infantil, dirigida concretamente a niños,  a partir de 9 años, aunque a mi favor diré que algunos voluntarios de menos edad la han leído y les ha gustado.

Aún estoy terminando de limar ciertos capítulos. Es la suerte de tener una sobrina tremendamente lectora y con una muy buena crítica sobre todo lo que lee. Este verano tuve la suerte de contar con su ayuda. Contar con su opinión ha sido todo un lujazo, eso sí, trabajo extra. Lo que ya creí tener cerrado, se ha convertido en otro reto abierto.

Aunque falta rematar, puedo decir que en breve podré presentarla en sociedad. Espero os guste. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

La vaca chocolatera

 
Hay algo de Braulio Llamero que me hace sentir como en casa, quizá sea su parecido a mi padre, no tanto en su físico como en su manera de relatar historias. He leído dos de sus obras, "El burro del rabo amarillo" y "La vaca chocolatera". En ambos relatos he respirado el olor a leña, a labranza, al puchero casero, a campo, a pueblo al fin y al cabo.

Braulio nos transporta a esos tiempos en los que los niños ayudaban a sus padres en las tareas de su día a día. Mientras leía "La vaca chocolatera" no podía por más que recordar el rostro surcado de arrugas de mi abuela, marcas visible de su larga y trabajada vida, de los relatos de mi padre basados en su niñez, en el cortijo donde se crió, lleno de olivos y anécdotas, y como no, llenos de nostalgia.

Y es que, en estos cuentos, vemos retratada la España de antaño. Quizá, desde mi punto de vista, no son cuentos para relatar simplemente, son cuentos para analizar, para ayudarnos a mostrar a nuestros hijos que hubo otro tiempo. Una época en la que todo se conseguía con  esfuerzo, en que la palabra tenía aún un gran valor y la opinión de un cura tenía más peso que la del propio patriarca.

¿Un cuento para niños?, más bien pienso que puede ser un cuento para adultos. Es cierto que quiero leérselos a mi hijo, quiero que conozca esas otras infancias que no nos quedan tan lejos en el tiempo. Esas formas de hacer las cosas, donde un apretón de manos valía más que cualquier papel firmado. Donde no había aburrimiento ni pereza, porque siempre había algo que hacer y las mentes no estaban embotadas por la pequeña pantalla.

Y es que, a través de este relato en particular, podemos vislumbrar la infancia de nuestros padres o abuelos. Aunque no deja de ser un cuento, retrata bien lo que tantas veces he oído de boca de mi padre. La vida en el campo era dura, muy trabajosa, pero curtía a la persona y la hacía más solidaria. Un cuento donde el fin no es hacerse rico, un cuento donde aspiramos el aroma de un buen chocolate. 

Al igual que pasó con "La niña que no quería nacer", son lecturas que tengo pendientes con Daniel, pero que tienen su especial momento, aquel en el que la mente del niño está abierta a descubrir otros mundos distintos de los que está habituado. Donde podremos adentrarnos en la España de sus abuelos y bisabuelos, y así dar pie a conocer más en detalle todas sus raíces. Seguro que le sacaremos mucho jugo.


viernes, 31 de agosto de 2012

La Isla de Nam


 ¿Alguna vez habéis tenido la sensación de estar "oliendo" un libro mientras lo leéis? ¿O sencillamente de estar flotando? Quizá notéis que os falta el aire al "sentir" alguna frase que se instala tan dentro de nosotros que nos impide incluso respirar. O puede que os parezca navegar dentro de sus páginas. Sensación de vértigo que algunas obras consiguen, al menos en mi caso.

"La Isla de Nam" es para mí todo eso. Porque tras leer "La niña que no quería nacer", no imaginé que el estilo tan personal de Pilar Alberdi  pudiera llegarme tan hondo, tan adentro, por segunda vez. ¿Sorprendida por esta nueva lectura?, ¿cómo no estarlo? Un cuento, un sueño, algodón de azúcar entre mis manos..., casi que podría decir que los ojos acarician cada frase. Frescura en sus líneas, pero contundencia en su narración.

Y el relato continúa, y nos va desvelando poco a poco una historia que está por encima de las épocas y de las personas. Tan impactante y tan delicada a la vez. Dos jóvenes que se prometen amor eterno, pero el destino los separa cruelmente. Él, navegante, tras naufragar va a para a una Isla, donde día a día evocará a su amada cual trovador ante un público totalmente entregado.

―¡Escuchad, escuchad! Gentes de Nam... Ella contaba cuentos y yo era un mercader en Venecia.

Con esta frase tan directa, tan descriptiva, ¿alguien puede quedarse indiferente?, desde luego que yo no. 

Para mí, Pilar, no solo es una gran escritora, es toda una señora, a la que las letras rinden pleitesía. Las frases parecen bailar, cobran vida propia, y no podemos más que entregarnos a su paso.

Este fructífero verano lo leí, tuve la suerte de conseguir un ejemplar en papel, y quizá por eso la sensación de este libro ha sido tan diferente. Lo admito, sigo siendo una enamorada de este formato, ¿qué se le va a hacer? Simplemente tenerlo en las manos, tocarlo y disfrutar esa portada, me predisponía al resto.

Es una obra exquisita, de lectura serena y placentera. Se lee en una tarde, puesto que es un relato corto, pero hay tanto detrás de cada frase, que invita a analizar constantemente. 

No puedo por más que recomendar su lectura, para a todo aquel soñador, que quiere trasladarse a lugares exóticos, escuchar una preciosa historia y descubrir su sorprendente final.

martes, 28 de agosto de 2012

Maldita



Lo primero que me sale al hablar de Maldita es "Pedazo de novela". Había leído grandes reseñas por todos los lados, pero la historia en sí me parecía tremendamente dura, con lo que me sentía incapaz de enfrentarme a ella.

Durante estos días de verano, en los que hemos disfrutado de la visita de mi hermana en casa, el ánimo estaba más preparado para leer "cualquier" género, así que me lancé a ello. ¿Sorpresa puede ser la palabra?, quizá se quede corta. Me vi envuelta en un drama familiar que, a priori, se presenta como desgarrador, y sin embargo encierra tal dulzura en cada página que me hizo disfrutar sobremanera.

Mercedes Pinto, su autora, ha sido capaz de emocionarme como nadie. De hacer que disfrute con el relato de la vida de Lucía, una niña que se queda huérfana de madre al nacer. Su padre, que la rechaza desde que supo que su mujer estaba embarazada, permite que sobreviva en una pequeña habitación donde tiene de todo, con la condición de no verla jamás. Sus tres primeros años de vida los pasa junto a su abuela materna, que la imprime todo el amor necesario para seguir adelante,  aunque también un gran temor hacia el dueño del caserío, su padre.

Pero nada es eterno y su abuela también fallece. Lucía se queda entonces sola en su mundo, sin las personas que la querían y protegían. Su padre permite que siga viviendo donde está, mientras no tenga que verla, y entre los hijos de los vecinos, un amigo de su padre y la señora que limpia en la casona, irá creciendo y aprendiendo a vivir, a su manera, feliz. Pero todo esto es mucho más profundo de lo que el resumen presenta. Es una alegoría a la vida, a disfrutar de las pequeñas cosas y a sonreír por el mero hecho de sentirse plena. Cada nuevo reto, cada nuevo logro, se convierte para Lucía en su mejor arma.

Acompañarla en su crecimiento, desde su nacimiento a su adolescencia, te hace adicto a su historia. Y aunque sus tintes dramáticos están presentes en cada capítulo, en ningún momento me sentí presa de la congoja, ni el no poder avanzar una página más porque la situación me desbordaba. Al contrario, la fuerza de Lucía, su determinación y entereza ante cada nuevo desafío de la vida, hace que la admires y seas incapaz de parar de leer.

La guinda de esta maravillosa obra la ponen los demás personajes, que también tienen una historia digna de ser relatada. Vidas que están más unidas de lo que se piensan. Y pese a todo, el rencor, el orgullo desmedido y los secretos flotan en el aire. Porque Maldita es todo eso, nos relata unos sucesos que bien podrían ser reales, en una España de los años cincuenta, donde pesaba más el "qué dirán" que las propias necesidades.

No puedo ahondar más en las características de cada uno, de sus vivencias y de todo lo que eso les ha influido en su carácter, puesto que sería desgranar demasiado la obra y quitarle parte de su encanto. Pero es algo digno de analizar, puesto que todos los personajes tienen un pasado, y eso les condiciona en su futuro.

Por todo ello me declaro otra enamorada de este título. Porque me ha hecho sentir a Lucía como parte de mí, disfrutar de sus logros, acompañarla en sus momentos más duros, y no querer abandonarla acabadas sus páginas. Creo que podría decirse que he tenido un antes y un después tras terminarla. Y volveré a leerla, de eso estoy segura, porque esos ojos violetas no podrán acallarse jamás.



sábado, 25 de agosto de 2012

De vuelta a la normalidad

Tras este paréntesis estival no queda de otra que volver a la rutina. Debo admitir que me está siendo más complicado de lo que pensaba enfrentarme otra vez a la página en blanco. Quizá la resaca del verano me está durando más que de costumbre, o quizá los cambios que estoy realizando en casa van pesando en el ánimo. 

Pero como todo en esta vida es cuestión de dar el primer paso, luego va saliendo solo. Tengo trabajo atrasado, puesto que las lecturas durante estas semanas han sido variadas, así que tengo que preparar reseñas de todo tipo, pero poco a poco, no creo que nadie se moleste por ello. 

Por lo pronto, quito el imaginario cartel de "Cerrado por vacaciones",  e intentaré regresar a mi rutina diaria. Nos vemos por aquí.


lunes, 30 de julio de 2012

Donde siempre es otoño



Llevo bastante retraso literario, pero es lo que tienen las vacaciones, que al final entre salidas, piscina y visitas familiares, a uno se le va acumulando el trabajo. Pero todo llega, incluso el final del libro.

Aunque aún estamos en verano, me aventuré a leer "Donde siempre es otoño", de Ángeles Ibirika, dado que se abrió un club de lectura en facebook para comentar el mismo y me pareció que su sinopsis era interesante. Así que, como no soy dada a apuntarme a todo lo que huela a buena literatura, ahí que me arrimé. Aunque he visto muchas críticas en Internet, algunas muy buenas y otras muy malas, me quedo con las positivas, porque todo libro siempre aporta algo al lector.

Es una historia que abarca muchos temas, desde la infidelidad, el amor verdadero, la literatura y una compleja trama política nada alejada de la realidad de hoy. Un famoso escritor de novelas románticas, prometido a una rica heredera e infiel hasta la médula, conocerá finalmente lo que es el amor de la mano de otra mujer, elegante y rodeada de misterio.

Así contado parece simple, pero si le añadimos que se enamora de la mujer de un famoso congresista metido de lleno en la campaña para conseguir la presidencia de EEUU, va tomando otra consistencia.

La vida va poniendo al protagonista en su sitio y recibe un poco de su propia medicina. Aprende por las malas lo que es amar a una persona y no poder compartir su vida con ella.

Pese a no ser  el tipo de novela que me guste, no me ha resultado pesada leerla. Aunque debo de reconocer que sigo sin creerme que una persona pueda llegar a cambiar tanto al enamorarse realmente. No me acaba de cuadrar, pero aún así su lectura no me desagradó. Quizá algo "empalagosa" en algunos pasajes, sobre todo cuando tienes a un personaje como Ian, tan peculiar (por decirlo finamente), que sufre una gran transformación durante toda la historia. Como una oruga convertida en mariposa.

El personaje de ella, Elizabeth, de la cual se enamora perdidamente, se me antojaba al principio bastante "insulsa", aunque a medida que avanza el libro descubres la razón. Desde luego la historia no deja indiferente a nadie.

Los demás personajes reflejan un estereotipo de persona bastante claro. El amigo del protagonista, compañero de juergas, que también se ve afectado por el cambio radical de Ian y que también se "transforma", dado el miedo a perder a su mujer por el camino. La prometida y posteriormente mujer de este escritor, que consciente de las aventuras de su marido, prefiere aguantar esos escarceos a perderle. El aspirante a presidente, totalmente volcado en su carrera política por encima de todo, aunque con una permisividad sobre la vida privada Elizabeth bastante desconcertante, pese a ser matrimonio.

Sin duda es de esos libros que lees fácilmente en la playa o piscina. Una historia bastante entretenida, con algún que otro misterio entre sus páginas y todo un torbellino de emociones en muchos de sus capítulos. Es el clásico libro que invita a ser leído hasta el final, imposible dejarlo a medias, y con un regusto dulce y sorpresivo, como a mí me gusta.




miércoles, 18 de julio de 2012

El medallón de la magia



Esta vez voy a hablar de una novela juvenil, porque lo que me a aportado este libro, "El medallón de la magia", ha sido una frescura indescriptible. . Mayte Esteban nos envuelve con un manto mágico en esta novela, donde Amanda, su protagonista, descubre que es una auténtica bruja. 

Que decir del mismo, que es un género que a mí me apasiona, de toda la vida. Reconozco que me gusta mucho este tipo de literatura de ficción, que combina un poquito de historia entre sus páginas, y con sus toques románticos no exentos de humor.

Como en la mayoría de mis adquisiciones, elegí este curioso medallón gracias a unos comentarios, de su autora, sobre la portada. Así que decidí saltarme todo mi protocolo literario sobre el orden de llegada y ponerme "ojos en la obra" enseguida. Mi conciencia se serenó tras las primeras páginas.

Realmente me ha encantado esta obra. Es una de esas historias que no tienen una edad concreta, solo podemos hablar de público. Ha sido muy sencilla de leer, aportando datos históricos precisos que pueden ayudarnos a introducirnos, a nosotros o a nuestros hijos, en una  parte de la historia y geografía de nuestro país. Además de resultar estupenda para esta época del año, en la que apetece sol y playa, aunque la recomiendo también para los amantes de la montaña.

Según se van desarrollando los sucesos, vemos a una inicialmente incrédula Amanda, que va tomando conciencia de su estirpe y poder. Tras recibir una vieja casona como herencia familiar, decide acudir al lugar para conocer su nueva propiedad. Allí descubrirá que no es una chica corriente y que tiene una misión que cumplir. Conocerá también a un personaje que será muy importante, un fantasma llamado Alonso, al que le separan de esta época varios siglos, y que ha jurado protegerla por encima de todo.

Tenemos los ingredientes perfectos para un cocktail suave, sabroso y muy, pero que muy fresco. Se podría seguir hablando de libro para "beber", porque realmente es lo que haces, terminarlo enseguida. Enamorándote a cada paso de los personajes, sobre todo de Alonso dicho sea de paso, y disfrutando de las situaciones que se van creando. Ya no diré más, porque es mejor leerlo.

La magia está presente en cada una de sus hojas, así que no es apto para aquellos escépticos burlones que solo quieren realidades palpables en sus lecturas. Aunque, quien sabe, quizá les vendría bien un poco de aire fresco y soñador. Para mí, romántica hasta la médula, cada libro tiene su momento y lugar, y éste es para deleitarse reviviendo una juventud que queda algo ya alejada. 

Está claro que es una novela que recomiendo totalmente a cualquier lector, seguro que hasta a mi madre le encanta, porque todos tenemos ese puntillo jovial que hará que disfrutemos de sus páginas y nos dejemos seducir por Amanda y su nuevo mundo.

Quien sabe, quizá algún día descubramos que esta brujilla sigue dando que leer... 

martes, 10 de julio de 2012

La tumba compartida


 Desde el primer capítulo, quizá desde el primer párrafo, sabes que no es un libro que te dejará indiferente. Por ello ha sido novela ganadora del II Certamen Literario Imprimatur 2010, y con razón. "La tumba compartida" es un libro con mayúsculas, con varias historias en una, como la vida misma. Antonia Romero se me presenta como una magnífica escritora.

Maite es dueña de una tienda de antigüedades. A sus manos llega un amuleto en forma de escarabajo que pudo pertenecer a Nefertiti. Este descubrimiento hará que comience su gran aventura en busca de dicha tumba. Pero de forma paralela a este hecho, la autora nos revela otra historia que gira, también, en torno a su protagonista, la de la desaparición de su hermano, a su cuidado, cuando ella contaba con apenas cinco años. Toda una vida de reproches silenciosos que la han obligado a buscarle incansablemente. Esto nos lleva al momento actual, donde todo sucede a casi a la par, el reencuentro con su hermano y el comienzo de una búsqueda que en nada presiente peligrosa.

Maite tiene un pasado que marca demasiado su presente. Vivir con culpa eterna es su mayor losa. Una carencia afectiva en su niñez que le impide relacionarse con los demás como ella quisiera. El reencuentro con su hermano y descubrir la verdad de lo que pasó, hacen que poco a poco pueda ir desprendiéndose de todo ese halo oprimente que la ha ido consumiendo durante toda su vida. Mientras, en su otra aventura, se encontrará en un circulo cerrado, con descubrimientos aterradores y sintiéndose más sola que nunca.

Esta historia me ha marcado mucho. He entendido perfectamente a su protagonista, he sentido su miedo, su indignación y todo lo que la situación sufrida de pequeña le ha supuesto durante  toda su vida. No ha ayudado la afinidad que veía a su alrededor ante la sorpresa de su hermano de saberse "robado", el sentir la empatía de los demás hacia él y que parecía que nadie se "acordaba" de lo que ella ha llevado, y sigue haciéndolo, a sus espaldas.

Claro que no podemos olvidarnos de la otra parte, su hermano, que también sufre un gran golpe emocional al enterarse de toda la verdad. Descubrir su otra familia, la verdadera, tiene sus repercusiones, aunque él está muy  arropado por su mujer e hijo. Esta otra parte del libro, donde descubre toda la verdad de su rapto, se desarrolla como en un segundo plano, aunque con la fuerza e intensidad que se merece.

 Y si esto no fuese poco, Antonia nos presenta otra hipótesis extraordinaria sobre la relación que podría existir entre dos religiones aparentemente distintas. ¿Qué más se puede pedir?  Tenemos dosis de historia egipcia con algunas pinceladas hebreas entre medias, muy documentadas por cierto, misterio en cada una de sus páginas, suspense en cada capítulo y la intriga que envuelve a todo este relato. En conclusión, una gran novela que nadie debería dejar de leer.

Volveré a leer esta joya dentro de unos meses, porque creo que son de esos libros que siempre puedes sacarle jugo con análisis posteriores. Conclusión, para mí es digna de una matrícula, una calificación más que merecida.

Los casos del Inspector Cito y Chin Mi Edo


 Esta mañana nos hemos levantado divertidos, así que tenemos bastante clara la lectura para el día de hoy. Seguro que nos toca repasar todos los libros de "Los casos del Inspector Cito y Chin Mi Edo", seguro que más de uno les conoce.

¿Qué decir de sus historias?, que son sencillas, originales y tremendamente divertidas. Los descubrimos por casualidad en nuestra librería, tenían dos números y nos llevamos ambos. Esa misma tarde los "liquidamos".

En cada historia, son totalmente independientes, se presenta un caso a resolver. El Inspector Cito trabaja en el Departamento de Casos Extraños, Misteriosos y Superdifíciles. En el primer número, "un ayudante de mucha ayuda", conoce al que será su compañero de aventuras, Chin Mi Edo.

El Inspector Cito es muy sagaz, no se le escapa una, sobre todo si se refiere a la comida, es su punto débil y su gran humor reside en esos momentos. Quizá por eso le encante a mi hijo, porque él también disfruta comiendo, aunque no se le note nada.

Para los adultos se convierte en una lectura simpática. El caso de "la momia desaparecida" es una prueba palpable de ello, dado que el desenlace puede arrancar más de una sonrisa.

Y para los amantes del deporte, no hay que perder de vista "misterio en el mundial de fútbol", igual de original, sencillo y divertido. Pero cualquiera de sus otros títulos son igualmente recomendables, no sabría decir cuales nos han gustado más.

A nosotros nos queda por leer, y de paso añadir a la colección, "año nuevo en China", que seguro sigue sorprendiéndonos como hasta ahora. 

Las ilustraciones se presentan con un gran colorido y llenas de detalles a tomar en cuenta. Al final de cada historia se presenta un dibujo concreto, incluido un número determinado de veces durante todo el libro, así que nos invitan a ser detectives y buscarlos entre sus páginas.

Para todos los niños que comienzan a leer, estos libros son amenos, con no demasiado texto y fáciles de leer. Una gran lectura para el verano.
 

miércoles, 4 de julio de 2012

Los fresones rojos



Si alguien me hubiese dicho hace, tan solo, unas semanas que iba a leer una novela policíaca, me hubiese reído en su cara. Pero si a eso le añadimos su certeza de que me iba a gustar, casi que le hubiese soltado toda clase de improperios.

Por lo que mejor así, que nadie me dijese nada, que adquiriese "Los fresones rojos", de Estaban Navarro, por propia iniciativa y de esta manera no me vería en la obligación de reconocer mi absurda terquedad al no querer leer dicho género.

Cuando conseguí el libro lo dejé a la cola de otras lecturas, pero por simple cabezonería mía. Reconozco que la sinopsis me atraía, pero el género se me atragantaba. El primer paso estaba dado, "los fresones" estaban en mi Ebook, solo era cuestión de tiempo que se me abriera el apetito.

Realmente fue más rápido de lo que yo pensé, aunque admito que me obligué un poco. Así que me puse con él y.... ¡sorpesa, me enganchó enseguida!

Un policía que se enfrenta a una investigación sobre la desaparición de una niña y el asesinato de sus padres, pero con el agravante de que ocurrió 13 años antes. Así contado no es que diga mucho, pero hay que meterse de lleno en esta historia para comprender que, una vez abres sus páginas, no puedes parar hasta el final.

Me encantó el hilo conductor, como surgen más historias alrededor de ésta. Todos los detalles están bien hilados, no deja ningún cabo suelto. Moisés Guzmán es el policía al que contrata el doctor Eusebio Mezquita, amigo del matrimonio asesinado, para localizar a la niña desaparecida.

Se traslada a Barcelona para comenzar su investigación, y cual es su sorpresa cuando va descubriendo que él no es el primero en investigar este difícil caso. El doctor ya había contratado anteriormente a otras tres personas que, curiosamente, habían muerto pasados cincuenta días.

Pero esto es solo el principio, la punta del iceberg. A cada capítulo los giros se suceden, te descolocan, cada nuevo paso da pie a muchas más incógnitas. Todo lo que puedes ir formando en tu cabeza, pierde su base según vas avanzando en la lectura.

¿Qué decir entonces de estos Fresones?, pues que son los más frescos del mercado, podría decirse que vienen de la mejor huerta y sin pesticidas ni químicos que maten su sabor. Yo los devoré encantada y mi sensación final, ¡quiero más!

Está claro que Esteban ha cambiado mi percepción de este tipo de género, y le doy las gracias por ello.

 

martes, 3 de julio de 2012

Colección Pino


Por muy mayores que nos vayamos haciendo, siempre hay lecturas más infantiles que nos gusta recordar. En el caso de mi hijo que, aunque con nueve años ya cumplidos, tiene momentos en los que retoma historias de cuando era más pequeño.

Quizá porque necesite oxigenar su mente con algo más liviano, porque es capaz de leerlo solo (es disléxico), o quizá porque le recuerden momentos especiales de su vida. El caso es que recurre a libros tan bonitos como la colección de Pino.

Son libros muy tiernos, que conocimos gracias a Olmo, un gran amigo de mi hijo,  y que siente verdadera pasión por los pingüinos. Desde aquí quiero agradecerle este descubrimiento literario que nos ha gustado, y nos sigue gustando, tanto.

La colección consta de cuatro libros entrañables. De lectura sencilla, con letra mayúscula y tamaño apropiados, es ideal para que niños como el mío, se aventuren a descifrarlo.  

Además vienen con un CD, que narra todo el cuento. Así se facilita la labor de comprensión individual por parte del niño. Debo admitir que nosotros hemos utilizado dicho audio solo en el coche. 


No sabría recomendar uno solo de sus cuatro títulos, puesto que todas las historias  son divertidas, amables y espontáneas. Quizá la que más nos impacta, al menos a mi hijo, es la de Pino en el mar, pero por motivos muy personales.

Son libros para disfrutar, para reír, para achucharse, pero sobre todo, para compartir.


De nuevo, gracias Olmo.

jueves, 28 de junio de 2012

El manuscrito I, el secreto



Llegué a este libro, El Manuscrito I,  por un comentario que hizo de Blanca Miosi, su autora, Gabri Ródenas. En él la denominaba "la dama de las palabras" y decidí que había que comprobar cuanta verdad encerraba su descripción.

Por lo tanto, tras terminar con mi último libro, me decidí por éste. Comenzarlo me resultó muy fácil, su toque misterioso me atrajo enseguida. ¿Cómo manejar una historia de ficción en un contexto real?, pues Blanca lo logra.

Un escritor frustrado encuentra un manuscrito con una historia prometedora, aunque presenta un grave problema, en cuanto el manuscrito se cierra, la historia desparece. Pero lo mejor no queda ahí, los personajes que aparecen, en esa peculiar historia del manuscrito, son reales y contemporáneos. Este escritor solo tendrá que viajar para encontrarse con ellos y saber como termina todo.


Ya solo con la presentación del libro tenía asegurada su lectura, pero según iba avanzando se producian giros inesperados, situaciones insospechadas y descubrimientos asombrosos, que me mantuvieron totalmente absorta en su lectura. 


Libros como éste nos indican que la buena literatura está al alcance de cualquiera. Una trama que engancha, al menos esa ha sido mi experiencia, que te invita a crear tus propias hipótesis, que te sorprende a cada nuevo descubrimiento y que te hace pasar unas horas extraordinarias mientras buceas en su páginas.


Pero una historia prometedora se queda en eso si no está relatada con la precisión que lo hace Blanca. Siempre hablo de la estética literaria, y me refiero a esas frases tan bien formadas, que te atrapa dulcemente y te transporta sutilmente a ese escenario que se forma en la cabeza de cualquier lector.


Buscaré más títulos de Blanca Miosi, porque con éste, reconozco, me ha ganado.


martes, 19 de junio de 2012

El secreto de las cuartetas.



Esta quizá es la reseña más compleja con la que me enfrento. Primero por la extensión del libro y segundo por la vorágine de sensaciones que se tiene durante su lectura.  Pat Casalá es la creadora de esta obra, El secreto de las cuartetas, y sentir afinidad con la escritora también influye.

El comienzo me pareció interesante, sobre todo en cuanto al relato sobre un momento crucial en la vida de Nostradamus, y me enganchó enseguida. Luego nos trasladamos a la época actual, en la que su protagonista, Marta, presencia el asesinato de sus padres y rapto de su hija, a manos de su marido.

Este cambio de escenario tan extremo me descolocó bastante. Todo porque no recordé en nada la sinopsis de la obra, y me lancé de lleno a su lectura con la mente vacía de todo pequeño hilo conductor orientativo. Así me pasó, que pensaba encontrarme con otro relato alternativo sobre la vida de Nostradamus y me encontré con algo totalmente diferente, una trama basada en la búsqueda de la hija de la protagonista, con las profecías de Nostradamus como telón de fondo.

Si bien es cierto que es una literatura peculiar, no a todo el mundo le gusta este tipo de género, intenta situarnos en un presente real, mezclando en él elementos extraordinarios y acoplando las piezas como si de un encaje de bolillos se tratase. Fenómenos naturales que tienen su propia explicación en esta historia, bien ajustados entre sí y que le aportan ese halo de intriga y misterio.

La historia está relatada en primera persona, con lo que Marta, su protagonista, te traslada en todo momento sus sentimientos, sus sensaciones, sus premoniciones y sus miedos. Yo que soy de las que visualizo la novela en mi cabeza, y empatizo enseguida con sus personajes, llegué a compartir algún que otro dolor de cabeza con ella.

En este libro, además,  se analizan varias profecías de Nostradamus, adaptándolas a los fenómenos que en él aparecen y creando así la unión con su trama. Pat logra conjugar todo esto en el libro, sin dejar cabos sueltos y cerrando la historia. No obstante, pese a ser completa, deja abierta la puerta para una segunda parte, que en breve podremos leer.

Para mí supuso subir a una montaña rusa, con giros constantes, vueltas imprevisibles y vertiginosas. Sentía la necesidad de terminarlo, puesto que me gusta acabar lo que empiezo y quería saber si Marta recuperaría a su hija. En cuanto tenía un momento intentaba avanzar en su lectura, es lo que pasa con libros de esta extensión. Una vez finalizado puedes respirar, aunque su final no te deja indiferente.

Ahora nos queda saber cuando tendremos esa segunda parte.

lunes, 18 de junio de 2012

Zapatos de fuego y sandalias de viento

 
Hay clásicos que siguen de total actualidad. Este es uno de ellos. Me pidieron en el colegio que lo leyera, tardamos muchísimo en localizarlo, puesto que me he criado en un barrio que más parecía un pueblo. La portada, como casi siempre, no me llamó demasiado la atención, así que comencé a leerlo con la pesadez del que tiene una tarea tediosa por realizar.

Pero resultó ser una de las lecturas que recuerdo con más cariño y emoción. Su protagonista es un niño llamado Tim. Un niño más bien gordito, algo tímido y con la autoestima bastante baja. Ya sabemos lo que significaba ser el rellenito de la clase.

Sus padres son bastante humildes, en todos los sentidos. Se acerca el cumpleaños de Tim y sus padres le prometen un regalo muy especial. Su padre es zapatero, con lo que se pasa el día trabajando, para ganarse la vida, y horas extras por la noche para poder terminar el regalo de su hijo a tiempo.

La imaginación de un niño puede llegar a superar todas las expectativas posibles. Eso es lo que le pasó a Tim. Recuerdo el pasaje en el que sus padres, muy emocionados, le entregan un par de zapatos nuevos y una mochila, como su regalo especial. No solo las lágrimas resbalaban por la cara de Tim, recuerdo mis ojos anegados también y ese nudo en la garganta que te impide incluso tragar.

Pero el regalo iba más allá. Era un viaje para recorrer Alemania. Su padre se había fabricado también unas sandalias para tal fin. De ahí su título tan peculiar, puesto que ambos aventureros cambiarían sus nombres. Tim pasaría a llamarse Zapatos de fuego, y su padre, evidentemente, Sandalias de viento. 

Siguiendo una antigua tradición germánica, tal como indica el libro, el padre arreglaría los zapatos de los campesinos que, a cambio, les conceden albergue y comida en sus granjas. 

Este viaje enseña mucho más de lo que Tim hubiese imaginado. Es un despertar precioso a la vida. La voluntad de un padre para ayudar a que su hijo supere todos sus complejos enseñándole a disfrutar de su día a día. Viviendo mil y una aventuras y descubriendo lo maravillosa que es su familia.

Es uno de esos ejemplares que guardo con gran cariño. Lleno de celo por todos los lados, a la prueba me remito, puesto que ha sido leído y releído no se ya ni el número de veces. He llorado, he reído, he disfrutado con él lo inimaginable. Ahora tendrá otra nueva etapa, la de mi hijo, que algún día estará preparado para  vivir, junto a Tim, la maravillosa experiencia que esta historia nos ofrece.