Como ya he comentado, y seguiré haciéndo seguro, soy carne de cañón para las recomendaciones literarias. Si añadimos un autor o autora que me resulte agradable o interesante, entonces ya no tengo solución. Aunque a mi favor diré que, últimamente, sus lecturas me están apasionando.
Conocí a Gabri Ródenas en la red. Me llamó mucho la atención sus comentarios y eso hizo que me interesase más por el autor. Tras terminar otro libro, que comentaré próximamente, me lancé a la aventura de introducirme de lleno en su búnker.
¿Qué me encontré?, pues con algo que no encajaba en nada con la idea preconcebida que, como suele pasarme demasiado a menudo, me formé al ver su portada y su booktrailer. Sorpendida es poco, podría decirse que ha supuesto otra gran dosis de fármaco literario, a los que soy adicta.
Me enganché enseguida a la historia que León, uno de sus protagonistas, nos va relatando. Un personaje peculiar, se acabó introduciendo en mi vida de forma tan sutil que empaticé totalmente con él. Sentía que podía traspasar esa fachada de estereotipo masculino a lo James Bond y contemplar a un ser sensible y adorable. Comparándose constantemente con otros hombres, en su mente claro, para intentar dejar patente su valía. Al menos es lo que yo me he imaginado. Eso es lo bueno de los libros, que los personajes se acaban adaptando a lo que tu mente realmente quiere.
Su relato se entrelaza con las crónicas de otros personajes no menos importantes, aunque sin ese toque cómico que León transmite. Por otro lado, las dos familias metidas en el entramado, contribuyen aportando la parte científica y creíble de esta estructura, digamos, política. Por último, un presidente algo "tocado", por decirlo finamente, y su asistente-esclavo, porque no tengo otro calificativo para él, cierran el círculo perfecto de este, a mi parecer, best seller.
Toda esta trama, que a priori puede presentarse inconexa, iba dando forma a toda la historia. Me transmitía intranquilidad, pero de una forma controlada, sin dejarme con la sensación de pesimismo total. Percibiendo la incredulidad de muchas otras personas, que aparecen en escena, y valorando yo misma hasta que punto sería capaz de admitir una historia parecida en nuestra realidad. De todos modos aclararé, que el final que yo iba perfilando en mi cabeza, era mucho más retorcido.
Tras leerlo, estoy planteándome seriamente en ampliar mi casa con un escelente sótano provisto de una enorme alacena. Bromas a parte, creo que esta historia no escapa a la realidad. Además se lee francamente bien, en todos los sentidos. El estilo de Gabri me encanta.
Solo me queda un pequeño reclamo, y aunque se que Gabri es un ferviente defensor del libro electrónico, por espacio y peso básicamente, no puedo dejar pasar la ocasión de reivindicar el papel en esta joya. Porque sigo siendo una romántica empedernida, porque me encanta el olor que desprenden sus hojas al pasar y, lo más importante, porque las dedicatorias son especiales, máxime cuando autor y lector llegan a conocerse.
Gracias Gabri por esta obra. Ya sabes, finalmente, yo estoy en tus manos.
Te agradezco de todo corazón, Paloma, esta sincera y halagadora reseña. Sin lugar a dudas, soy yo quien estoy en deuda contigo y ya sabes que me puedes localizar cuando quieras ;-D
ResponderEliminarAbrazos
G
Lo prometido es deuda, ¿recuerdas?
ResponderEliminarSeguiremos presionando para que este libro tenga hojas físicas, y una estupenda dedicatoria en La Feria del Libro de Madrid. Luego podrás dedicarte a recorrer mundo, pero primero te quiero ver aquí :-D
Besos.
Paloma M.